Baltasar Lobo nació un 22 de Febrero de 1910 en Cericinos de Campo (Zamora). Aunque provenía de familia humilde, pronto destacaría por su espontánea habilidad para el dibujo y el modelado, así como su temprana vocación artística que dirigieron sus pasos hacia la escultura.
Madre y Niño. 1980.
Con tan sólo 12 años entró como aprendiz en el taller de Ramón Núñez, en Valladolid, y a la vez que se inicia como modelador en la Escuela de Artes y Oficios.
Gracias a una beca en 1927 pudo continuar su formación en la escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), donde asistiría también a clases del Circulo de Bellas Artes, especializándose en la talla directa de la madera y el mármol. Perderá la beca por abandonar los estudios durantes tres meses.
Asiste a cursos nocturnos de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios, y frencuenta el Museo Arqueológico donde descubre el arte Ibérico.
Durante estos años, descubre con admiración la obra de los grandes artistas españoles del momento, como Picasso, Dalí, Miró o Gargallo.
Más tarde con su participación en la Guerra Civil, en el bando republicano, le obliga a tener que exiliarse junto a su esposa Mercedes Guillén. Después de moverse por varias ciudades francesas termina por asentarse en París. Estando allí, entabla amistad con Pablo Picasso y Henri Laurens, en cuyo taller trabajará unos años y de quien tomará su interés por simplificar las formas, su afición por los volúmenes curvilíneos, así como su concepto de estructuración poscubista de la escultura.
A diferencia de lo que pasaría en España, la obra de Lobo fue objeto de una importante difusión dentro de Francia, recorriendo también galerías y museos de ciudades como Bruselas, Praga, Zürich, Luxemburgo, Tokio o Caracas, lo que le otorgará en los 70 un lugar destacado dentro de la escultura contemporánea de Europa.
El reconocimiento internacional se tradujo también en numerosos premios y distinciones:
Premio André Susse de Escultura, 1958.
Premio Jacques Lenchener, 1974.
Premio Oficial de las Artes y de las Letras, Francia 1981.
La Orden Andrés Mello del Gobierno de Vanazuela, 1989.
Medalla de Oro Susse Fréres Fondeul.
Los premios en España llegarían necesariamente tras el cambio político:
Premio Nacional de Artes Plásticas, 1984.
Premio de Castilla y León de las Artes, 1985.
Muere en París a la edad de 83 años, cuando estaba preparando un ambicioso proyecto museográfico para la exhibición y estudio de su obra en Zamora.
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